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Falleció el director del legendario Septeto Habanero

LA HABANA (AFP)

El guitarrista, compositor y cantante cubano Germán Pedro Ibáñez, director del Septeto Habanero, una de las agrupaciones más antiguas de la isla, falleció el pasado 9 de agosto a los 79 años, informó la agencia cubana Prensa Latina, sin precisar la causa del deceso.

Nacido en la antigua provincia de las Villas (centro) en Sagua la Grande en 1928, Ibáñez se incorporó al Septeto Habanero en 1964 y tres años después pasó a dirigirlo, enriqueciendo su repertorio con canciones en las que mostró su pasión por el son cubano, señaló Prensa Latina.

Con el Septeto Habanero, la primera agrupación de su tipo fundada en Cuba en 1920, grabó unos 50 discos y paseó el son cubano por escenarios del mundo, Ibáñez se destacó por mantener el estilo peculiar de ese tipo de formato y su obra es considerada dentro y fuera de la isla como una leyenda viviente de lo más genuino de la música y el son cubano.

Fallece Pedro Ibañez, director del legendario Septeto Habanero
La Habana, 9 agosto (PL)

El guitarrista, compositor y cantante cubano Germán Pedro Ibáñez, director del Septeto Habanero, una de las agrupaciones más antiguas de la Isla, falleció hoy aquí a los 79 años. Nacido en la antigua provincia de las Villas, en el centro del país, el 11 de octubre de 1928, Ibañéz dirigió la orquesta durante cuatro décadas, con la que grabó unos 50 discos.

Durante su vida artística fue galardonado con múltiples lauros entre los que destacan la Distinción por la Cultura Nacional, La medalla Alejo Carpentier, y el Escudo de la ciudad de Lourdes, Portugal. Integrante del Septeto... desde 1964, enriqueció el repertorio de la agrupación con canciones en las que mostró su pasión por el son. Ejemplo de ellos fue una de sus piezas cuyo estribillo reza: Oigan señores presten oído, Pongan todos atención Que para tocar el son No hace falta la estridencia Ni tampoco mucho ruido. Si marcas bien el compás Con ritmo y con armonía Verás que tocas el son Alegre y con cubanía.

Pedro Ibáñez en el camino del son
Bladimir Zamora Céspedes • La Habana

A muy corto trecho de cumplir 79 años ha muerto Germán Pedro Ibáñez. Dicho así no significa mucho para la mayoría de los lectores; en cambio si digo que hace unas pocas horas acaba de fallecer quien es el autor de “La canción de la trova” y quien se desempeñó como director del Septeto Habanero desde el verano de 1995 y hasta su último suspiro es Pedrito Ibáñez, mucha gente sabrá de lo que estoy hablando.

Él nació en Sagua la Grande un día de octubre de 1928 y como otros tantos músicos populares que en la Isla han sido, dio sus primeros pasos en su ciudad natal y luego avanzó sobre la capital del país. Aunque compuso varios boleros de significación, entre ellos la canción emblemática de nuestro cancionero juglaresco, fue un inquieto y empedernido cultivador del son. Desde muy joven sintió admiración especial por el Septeto Habanero, primera agrupación de este tipo fundada en 1920.
Primero la escuchó en aquellos gruesos discos de 78 revoluciones y en cuanto el tiempo y la edad se lo permitieron, frecuentó los sitios en que El Habanero actuaba. Con sus posibilidades de compositor, guitarrista, arreglista y cantante, Pedrito comenzó a formar parte de la nómina de esa pionera institución sonera desde 1964, cuando era dirigida por el cantante Manolo Furé. Allí no se comportó como un instrumentista más, sino que poco a poco fue compartiendo con él las diferentes responsabilidades que implican mantener en activo un grupo como ese.

Desde 1994 comencé a frecuentar los ensayos de El Habanero, que varias veces por semana se realizan en los bajos del palacio colonial sito en Egido y Dragones. Cuando se estaba preparando la representación cubana al Segundo Encuentro entre el son y el flamenco, que se celebraría en la provincia española de Sevilla, el grupo fue de los elegidos. Así comenzó mi amistad con Pedrito Ibáñez, a través de la cual pude aprender mucho sobre esas historias nunca escritas en torno al son cubano.
La estancia sevillana de El Habanero en 1995 selló una provechosa relación, que me permitió conocer la entusiasta disposición de Pedrito, no solo para asistir a un evento internacional, sino para otras muchas presentaciones en un bailable para jóvenes, en un homenaje a El Caimán Barbudo y también en un programa radial para dar testimonio fiel sobre la historia de la agrupación. Me impresionó en este hombre sencillo su gran respeto por el repertorio histórico y la sonoridad de El Habanero.
Le dio cabida en el repertorio a muchas composiciones nuevas, compuestas por él mismo y otros autores; pero sin previo aviso, cualquiera se le acercaba y podían ofrecer un largo concierto con los sabrosos sones emblemáticos que calientan los aires de la Isla desde la segunda década del siglo pasado. Ahora que no podremos volver a observar a Pedrito, afable y enérgico dirigiendo El Habanero, que nunca más se podrá uno tropezar con él, protegido por la boina negra y su sonrisa; se impone irlo a buscar entre la huella grabada de El Habanero y los sones que seguirán tocando para él y para nosotros, sus continuadores.

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FUENTES Y BIBLIOGRAFIA
www.habanaelegante.com
www.vivamigente.com
www.salsapower.com
www.musicalia.biz
www.telesurtv.net
www.elsiglodetorreon.com.mx
www.lajiribilla.cu
www.letras.com
www.lpmusic.com
www.mambo-inn.com
www.rgpfm.com
www.salsaytimbal.com
www.revista110.com

Por Sergio Rendón Ángel
Para www.latinastereo.com
Medellín, Colombia - Diciembre 2007