“El Sonero Mayor”, “El Bajo Danzante” (como
lo bautizara un importante locutor venezolano llamado Phidias Danilo
Escalona), “El Coloso de la Salsa”, “El Faraón
de la Salsa” (originado en el Perú), “El León”,
“El Diablo de la Salsa” (en contraposición a
los llamados “Ángeles de la Salsa” Ricky Rey
y Bobby Cruz), “El Sonero del Mundo”; son algunos de
los apelativos que ha recibido Oscar Emilio León Simoza,
es decir, Oscar D´León, durante
sus treinta años de una trayectoria musical que abarca la grabación
de más de 60 álbumes. En el siguiente acercamiento
a la historia de su vida, se encontrarán ciertas pistas sobre
su evolución artística y características más
visibles, las cuales permiten comprender el por qué de
tales sobrenombres.
Pasión, tenacidad, talento, fuerza, sabor, son algunas
de las palabras obligadas a la hora de hablar de la vida y obra
de Oscar D´León... Otras como suerte,
picardía, dedicación, histrionismo puro, ayudan bastante
a la hora de narrar cómo este autodidacta, nacido en Antímano,
una populosa parroquia de la ciudad de Caracas, Venezuela, llegó a
hipnotizar a miles de personas al ton de su música en el
mundo entero.
Y fue en Antímano, donde el entonces Oscar Emilio León Simoza,
nacido el 11 de julio de 1943, comenzara sus andanzas en el mundo
musical, aprendiendo a tocar el contrabajo observando de cerca la interpretación
de otros músicos y siguiendo las canciones de los clásicos cubanos
que oía su padre, el albañil don Justo León y que hicieron
mella en las inclinaciones cadenciosas del León.
Su vida siempre ha girado en torno a la música, aunque nunca
de manera formal, pues la estrechez económica de su familia,
como la del común de habitantes de su parroquia, no le permitió
gozar de una formación musical académica. No obstante,
el talento del León, afloró de manera innata: Inquieto
y consentido, este artista que creció entre el béisbol
y la música, tenía la capacidad de captar las secuencias
musicales y repetirlas con lo que tuviera a mano; dice D´León:
Siempre me envolví con la música
con lo que estuviese haciendo, cualquier menester lo acompañaba
con la música. Cualquier momento de esos de aburrimiento
que suele tener la gente, pues yo lo combatía con el canto,
o buscando un sonido en algún cajón, alguna mesa,
cualquier cosa que tuviera acústica, ahí estaba
buscando la forma de sacar música.
Existen muchas versiones sobre la infancia del León: Que
tuvo hermanos, que fue hijo único, que su madre, doña
Carmen Dionisia Simoza, hermosa mulata amante de la música,
integró un grupo musical llamado “Conjunto Venezuela”,
junto con algunos familiares. Lo cierto es que Oscar de
León desde muy temprana edad, estuvo acompañado
por los sones del Trío Matamoros, La Orquesta Aragón,
la Sonora Matancera, Celia Cruz, Mario Hernández, Cortijo,
Ismael Rivera, Billos Caracas Boys y Benny Moré, siendo este
último una de sus mayores influencias.
De Oscar D´León se dice que condujo
un taxi en el que sus clientes disfrutaban de un chofer afable que
oía viejos sones y que cantaba mientras conducía.
En el popular “taxi de la rumba” o “carro de la
parranda” (Ibíd.), D´León acostumbraba
transportar asiduos clientes, entre ellos a José “Cheo”
Rodríguez, percusionista especializado en las gaitas tradicionales.
Los diálogos extensos de ambos personajes en torno a la música,
desembocaron en la fragua de una banda de salsa a la que invitaron
a los trombonistas César “Albóndiga” Monge
y José Antonio Rojas (“Rojita”) y al pianista
Enrique Iriarte. Pero volviendo a sus ocupaciones previas a la vida
musical en pleno, se mencionan también sus estudios en Topografía
(profesión que jamás ejerció) y su trabajo
como obrero en la General Motors de Caracas, Venezuela, donde presta
sus servicios hasta el año de 1967, cuando compra algunos
instrumentos y se dedica de lleno y de frente, a la búsqueda
de oportunidades en el mundo de la música: Su pasión
desde siempre.
En 1972 el proyecto del León, José Rodríguez, “Albóndiga”, “Rojita” y
Enrique Iriarte, comienza a adquirir forma a través de sus
presentaciones en una cervecería llamada “La Distinción”;
en esta época D´León pierde su trabajo como
conductor por causa de un accidente de tránsito, espaldarazo
para su pretensión de ganarse la vida como músico.
Oscar D´León había tenido sus primeros acercamientos
como integrante de un grupo musical, con la “Golden Star”,
conjunto conformado por muchachos de su parroquia, “Los Psicodélicos” y
con Víctor Mendoza en “El Clan de Víctor”.
De estas agrupaciones, las dos primeras no tuvieron ninguna trascendencia.
En la Distinción, participa, como lo había hecho
hasta entonces en las demás agrupaciones, ejecutando el bajo
y cantando en los coros; no obstante, en cierta ocasión,
se presentó la necesidad de suplir al cantante de la agrupación
y Oscar D´León, ni corto ni perezoso,
debutó como cantante haciendo gala de una de sus inigualables
aptitudes: La improvisación.
Los proyectos de ampliación de la cervecería, obligaron
al propietario a la búsqueda de una orquesta y por lo tanto,
a prescindir de los servicios del grupo musical. La audacia de Oscar
D´León no se hizo esperar y se ofreció
a participar de esta nueva era de la cervecería, con la orquesta
“Oscar y sus Estrellas”, que más adelante sería
reconocida como “Dimensión Latina”. Para cumplirle
al propietario, D´León y los demás miembros
de la agrupación que amenizaba las noches de la cervecería,
se vieron a gatas pues en realidad, la orquesta apenas era un proyecto
que crecía a través de sus presentaciones en el negocio
y aún no se había consolidado. Por lo tanto, tuvieron
que extremar esfuerzos para crear un repertorio, con arduas y agotadoras
sesiones en el apartamento de Enrique “Culebra” Iriarte,
localizado en La Guaira.
En 1973 “Oscar y sus Estrellas”, a la que entraron
a formar parte Víctor Cuica y Elio Pacheco, debuta en “La
Distinción”, siendo la primera banda donde participa
oficialmente nuestro artista en cuestión. Su exitoso tema
“Pensando en ti”, quedó guardado en la memoria
de muchos y entró a hacer parte del primer LP de la orquesta,
que por escasez de repertorio, tuvo que compartir con la Orquesta
de Víctor Mendoza.
Al nuevo integrante de la agrupación, el saxofonista, tenor,
soprano y flautista Víctor Cuica, se le atribuye el nombre
artístico de Oscar Emilio León Simoza: “Oscar
D´León”, además de haber propuesto
cambiar el nombre de la orquesta por “Dimensión Latina”.
A este respecto, también existen versiones a cerca de que
el nombre artístico “Oscar D´León”,
fue propuesto por Víctor Mendoza.
Este mismo año la Dimensión Latina recibió una
invitación para amenizar un crucero y a su regreso contrató para
participar en las fiestas del carnaval de Maracaibo; Venezuela
comenzaba a reconocer y aclamar la música de la agrupación.
En 1975 ingresa a la agrupación el bolerista Wladimir Lozano.
Este mismo año se produce el lanzamiento del larga duración
donde aparece “Llorarás”, tema compuesto por
Oscar D´León e incluido en el disco a última
hora, cuando hacía falta un tema para concluir la grabación.
El resultado fue sorprendente, pues “Llorarás”
marcaría un hito en la historia de los éxitos musicales
salseros.
“La Dimensión Latina” emprendía un rápido
ascenso hacia la fama, contando con las majestuosas interpretaciones
del León y Wladimir Lozano. Oscar D´León
participaba además en los arreglos junto con Césdar
Monge y permaneció con la orquesta durante cuatro años,
lapso en el que se consolidaron como una de las orquestas más
importantes del Caribe y obtuvieron gran difusión. El dúo
D´León – Lozano, interpretó temas inolvidables
como “Llorarás”, “Paranpanpan”, “Sigue
tu Camino”, “Dormir Contigo”, “Mi Adorada”,
“Taboga”, “Sin tu Cariño”.
Con Dimensión Latina, D´León hizo seis álbumes
(1972 – 1976), cuyos éxitos fueron compilados posteriormente
en Una Dimensión de Exitos e Inolvidable en 1994.
En 1976 Oscar D´León se separa de
La Dimensión Latina e inicia una nueva etapa en su vida musical,
conformando la nueva orquesta “Salsa Mayor”, con dos
trombones (Guillermo Puchi), dos trompetas (César Pinto)
y los insuperables arreglos del pianista Enrique 'Culebra' Iriarte.
El primer LP de la “Salsa Mayor” fue Bajo con Y Todo
(1976), con arreglos adicionales del pianista Samuel Del Real.
En
el año de 1977 materializa la orquesta “Oscar D´León
y su Salsa Mayor”. Pese a las dificultades que implicaba
conformar una nueva orquesta desde cero, D´León alcanzó prontamente
un amplio reconocimiento, no solo por albergar en la hoja de vida
su participación en “la Dimensión Latina”,
sino por sus siempre presentes cualidades como “Showman”,
al unir en el escenario su carisma, “don sonero”, improvisación
inigualable. baile e interpretación del bajo, integración
por la que fue y ha sido llamado “El Bajo Danzante (www.musicofpuertorico.com/es/oscar_d_leon.html).
“Oscar D´León y su Salsa Mayor”
con la participación de Alfredo Padilla en los timbales y
de Leo Pacheco, grabó dos discos de larga duración:
“Con Bajo y Todo” (1976) donde aparecieron temas como
“Porque me Gusta”, “Tú No Sabes Na'”
y Compasión y “El 'Oscar' de la Salsa” (1977)
donde revitalizó versiones de los cubanos clásicos,
escritas por Ignacio Piñeiro (Septeto Nacional) y Miguel
Matamoros (Trío Matamoros). Además grabó “Dos
Sets con Oscar” (1977), con temas como “Por qué
Será”, “Juramento”, “Huele A Quemao”
y “Para Ti”.
En su nueva orquesta, D´León da vida a otros temas
como Mata Siguaraya y Siéntate Ahí, que se convirtieron
en grandes éxitos. Wladimir Lozano sería el encargado
de interpretar los boleros de la agrupación.
Existe cierta imprecisión sobre la época en que Oscar
D' León junto con Mauricio Silva, conforma la orquesta
musical “La Crítica”. Algunas versiones hablan
de mediados de 1976, época en que “la demanda de grupos
era tal, que en lugar de tener una orquesta tiene dos: La Salsa
Mayor y La Crítica” (www.francialatina.com);
otras ubican la creación de esta orquesta en el año
de 1978 (Jaime Jofre), mientras que también se dice que el
proyecto surgió a comienzos de los ´80 (http://salsa2u.freeservers.com).
“La Crítica”, rinde rinde homenaje a los grandes
rumberos cubanos, como Miguelito Valdés. Fue un proyecto
de suma importancia puesto que además de lanzar sencillos
que se convertirían en grandes éxitos: "Se necesita
Rumbero", "Monta mi Caballo", "A él"
(un homenaje que el León rinde a su padre), entre otros,
se convierte en un semillero para el moldeamiento de nuevos y talentosos
artistas, a demás de contar con la presencia de músicos
veteranos rebosantes de experiencia y talento. Los músicos
de La Crítica, siempre estaban prestos para participar en
“Oscar D´León y su Salsa Mayor”, cuando
era necesario (Ibíd.).
Para el año de 1978, disputas al interior de “Oscar
D´León y su Salsa Mayor”, llevan
a que Oscar D´León nuevamente se separe de una orquesta
que vio crecer y conocer el éxito, para conformar “Nuestra
Orquesta la Salsa Mayor”, donde incorpora los intérpretes
Carlos Ferrer, Pellín Rodríguez y Leo Pacheco.
En este mismo año viaja por primera vez a Nueva York obteniendo un éxito
rotundo con “El Más Grande”, donde ven la luz temas como “Mi
Bajo y yo” y “Bravo de Verdad”, entre otros.
Por esta época se inicia una tendencia en la mayoría
de álbumes lanzados por el artista y que duraría hasta
1991, donde D´León logra una exquisita interacción
entre su voz de tenor fuerte, su versatilidad típicamente
cubana, el acompañamiento de un estribillo nasal que semeja
la voz de una vieja mujer y un trombón armónico y
vigoroso (www.francialatina.com).
D'León empezó a trabajar con la trompeta líder
de La Crítica, actuando como coartista y director musical
en su primer LP “Oscar D'León presenta ... La Crítica”
(1978) y participó como vocalista líder en cuatro
de los cinco álbumes subsecuentes /1978 – 1985). Teo
Hernández fue el vocalista principal de los álbumes
de La Crítica entre 1978 y 1980.
La nueva Banda de D'León tenía tres trompetas (incluyendo
a Pinto) y dos trombones (incluyendo a Culebra) y como vocalista
a Edgar “EL Abuelo” Rodríguez. Algunos de sus
LPs fueron “¡EL Mas Grande”!, “Llegó...
Actuo... Y... ¡Triunfó..!” (1979), grabado en
Nueva York, “Al Frente de Todos” (1980), el álbum
en vivo: “Dos Colosos En Concierto”, resultado de la
unión entre D'León y Dimensión Latina en el
Estadio Poliedro en Caracas (11 de noviembre de 1980), “A
mí me gusta así” (1981). Grabado en Puerto Rico
con una trompeta adicional, un trombón y un saxofón
inigualable.
En 1979 promueve junto con el pianista “Culebra” Iriarte
la reagrupación de la desaparecida Orquesta “Renovación”,
conformando “Oscar D´León y su Orquesta”,
guiándola nuevamente a la gloria. Condujo brevemente la banda
“Constelación” en 1979.
En la década de los ‘80 comenzó de lleno su
internacionalización. La BBC de Londres lo invitó
para realizar un especial cuya difusión lo dio a conocer
en el continente europeo.
En 1983 triunfa en el Festival de Varadero, Cuba; para aquel entonces
Oscar D´León ya se ha consagrado como
uno de los artistas con mayor proyección musical en el mundo.
En
la década de los noventa su carrera musical fue ampliamente
reconocida, recibiendo numerosos discos de oro, premiaciones e
invitaciones honoríficas para participar en homenajes como “The
Mambo King: 100th LP” (1.991) con el tema "Hay Que Trabajar"; “La
Combinación Perfecta” (1993) con “Llego El Sabor” (Oscar
D'Leon Y Jose Alberto) y “El Son De Celia Y Oscar” (Celia
Cruz y Oscar D'León), donde logró hacer realidad
uno de sus sueños: Cantar junto con la "Guarachera
de Cuba".
En 1996 presenta el albúm “El Rey de los Soneros” producido
por el cubano-americano Willie Chirino, nominado para el Grammy de 1997. En 1999
realizó “La Fórmula Original”.
También participó en el homenaje en vida realizado
al maestro Luís María Frómeta (Billo) en Venezuela,
donde “desplegó su potencial para la interpretación
de Guarachas, a través de un apoteósico concierto
y la grabación de un disco”.
En el año 2000, crea su propio sello Discográfico
llamado “Bazz Records”, siendo "Doble Play"
su primer lanzamiento, en el que se reúne nuevamente con
Wladimir Lozano, su compañero en "La Dimensión
Latina" y "La Salsa Mayor".
Hoy en día Nueva York y Cuba hacen parte de un basto listado
de países y ciudades donde el León ha hipnotizado
al público: Tokio, Hiroshima, Bélgica, Alemania, Suiza,
España, Suecia, Francia, Australia, el Este Europeo, Turquía,
Finlandia, Islas Canarias, Dinamarca, Inglaterra, Canadá,
Estados Unidos y toda Latinoamérica.
D´León, también ha triunfado entre el público
jazzista, pues su brillante y peculiar interpretación del
bajo, lo han llevado a participar anualmente en los más importantes
festivales de jazz de Nueva York, Canadá y Europa.
De Strefano (Boletín de noticias de Descarga, ' 94) dice
que D´León supera y transforma sus influencias (música
clásica cubana de los '40s y '50s y tardía de los
' 60s/, al igual que la Salsa neoyorquina temprana de los años
70) a través de una fuerza propia donde se conjugan su sonerismo
y la personalidad arrolladora.
Por último, mencionamos algunas de las críticas que
ha recibido Oscar D´León, en aras
de presentar una amplia panorámica del artista, buscando
que el lector encuentre en esta breve biografía, un recorrido
abierto, libre de cesgos.
Algunas de las críticas perciben un aire típicamente
comercial en su producción musical. Al respecto, entre sus
defensores, Oscar D´León sobresale
como un eslabón de la salsa con el antecedente cubano, característica
que logra conjugar a lo largo de su carrera discográfica,
con una actitud abierta hacia diversas sonoridades y los requerimientos
del mercado. Éxito que le permite ser uno de los emblemas
de la Salsa en los años ochenta y noventa.
Ya se ha hablado de la influencia que representaron los clásicos
cubanos y en especial Benny Moré en la estructuración
del estilo musical de Oscar D´León.
Muchas de las apreciaciones al respecto han llevado incluso a que
se le equipare con Benny Moré, lo que ha sido considerado
como una exageración por los críticos. Estos también
se refieren a los trabajos de Oscar D´León como
discos que hablan de temas propios de la Salsa aunque sin mayores
pretensiones de trascendentales, lo que ha generado expectativas
solo en el “bailador medio”; incluso algunos puristas
consideran su trabajo “de sonido efectista y muy comercial”.
No obstante, pese a las duras críticas, Oscar D´León
ha logrado salir bien librado ante la coincidencia general que tienen
críticos y admiradores, al considerarlo un gran sonero y
todo un profesional. Por otro lado, puede observarse su permanencia
en el medio salsero internacional y la entrega total al público
que practica en todas y cada una de sus presentaciones.
Queremos rescatar la siguiente referencia, tomada del sitio Web
www.chilesalsaen2.cl
,
donde Jaime Jofré, cita una entrevista con Oscar
D´León, realizada por la Revista El Manicero;
donde D´León responde a las críticas que describen
su trabajo como similar o relacionado con la Salsa de Nueva York.
Dice Oscar D´León:
«Las bandas de salsa de Nueva York han
descuidado el montuno (las improvisaciones del cantante); se dedican
demasiado al virtuosismo de cada músico, el conguero siempre
va repartiendo, va como dejando el ritmo al aire, y esto, aunque
parezca mentira, el bailador lo percibe y muchas veces rechaza
esta música. A mí me gusta que la tumbadora sea
la que vaya marcando el ritmo, el sonido es algo que tú
tienes que llevar muy compacto, un ritmo bien trancado, que es
lo que no hacen en Estados Unidos. En Puerto Rico es más
trancado el ritmo y penetra más, te puedo hablar del Gran
Combo que lleva tanto años en el ambiente y se mantiene
por esto que te digo. Su conguero se mantiene tocando su ritmo
trancado, pero no se anda con el virtuosismo del instrumento,
cada músico toca lo suyo, pero todos en un solo bloque,
que es lo que yo hago, que es lo que ha hecho la Sonora Matancera
durante tantos años».
Frente al concepto “trancado”, utilizado por D´León
en su descripción, en la Revista Manicero se hace la siguiente
apreciación:
Veamos ahora esta definición que presenta la gran enciclopedia
“La Música de Ibero América”:
“Trancado: Dícese de la manera
en la que toca la orquesta de Oscar d’León
y en especial de su conguero. Neologismo o palabro que seguramente
procede del verbo atrancar en su acepción de sujetar. En
términos musicales sería más preciso traducir
como «estar en el sitio», aunque la traducción
más cercana puede venir desde el jazz y, así, pudiera
definirse como «tener swing». Aunque «swing»
es tan intraducible como «estar trancado», todo parece
indicar que Oscar posee una fórmula secreta cuyos principales
ingredientes son: ser bailable, ser irresistible, tener swing
y, además, estar trancado.”
|