Henry Fiol, el Rey del Son, jamás cantará reggaetón
22 de febrero 2010
Fuente: www.misalsa.cl
A los 5 años era un prodigio dibujando y pintando. Por eso hizo estudios universitarios de artes plásticas. Pero al graduarse no se sintió cómodo en ese ambiente elitista de galerías, exposiciones y gente adinerada adquiriendo sus cuadros. “Soy más del barrio y de la esquina.
Poco a poco comencé a coger más interés en la música. Tocando conga y cantando, hasta que viré para la música”.
Agrega que otra cosa fue el nacimiento de su primer hijo, Orlando, que nació prematuro e invidente. “La idea de dedicarle mi vida a producir pinturas que mi hijo nunca iba poder ver, no tuvo sentido para mí”, confiesa. Pero fue el mismo Fiol quien ilustró –con escenas campesinas y caballos– las carátulas de sus primeros longplays.
Entre 1969 y 1970 comenzó a escribir sus canciones. “No me llamaría un poeta urbano, pero sí he tratado de expresar los sentimientos del pueblo en canciones como Picoteando por ahí y De la mano a la boca, por ejemplo”. Y define su estilo como una fusión de música campesina y afrocubana, jazz –por el uso del saxofón–, bossa nova y pop norteamericano.“Estos ingredientes me han ayudado a crear un son urbano con un sabor moderno y contemporáneo”, dice sin olvidar la importancia del sonero cubano Guillermo Portabales: “Nunca había oído a ningún cantante cantar así, a media voz, con tanto sentimiento, sinceridad y lirismo –la mayoría de los cantantes de salsa son gritones– y traté de ligar este sentido lírico con un tumbao más fuerte, negroide y urbano”.
Fiol cuenta que en sus presentaciones no puede abandonar el escenario sin antes cantar las clásicas:" Ahora me da pena", "La juma de ayer", "Oriente", "Mala suerte", "Picoteando por ahí", "etcétera".
Ya abordando un asunto actual, indago su opinión sobre el auge del reggaetón. “La salsa está ahora en un periodo de decadencia, y aunque creo que durará muchos años más, nunca va a llegar al nivel de popularidad como en los años setenta del bum. En los últimos 25 de salsa romántica, los salseros románticos –con excepciones– no invirtieron tiempo para investigar y comprender las raíces de esta. No tienen conocimiento de la clave y la estructura de la salsa, y debido a esto, su sabor se diluyó bastante”. La llegada del reggaetón que no tiene clave, fue el golpe final. Si la juventud sigue este género, va a perder poco a poco ese sentido innato de la clave y del concepto polirrítmico que traemos en la sangre, ese sabor que
caracteriza nuestra cultura, anota Fiol. Añade que hay algunos salseros que han intentado ligar salsa con reggaetón. “No haría una cosa así. Siempre he sido medio purista y prefiero jubilarme y enganchar los guantes, en vez de coger ese camino”.
Porque la gente ahora prefiere bajar música del internet a comprarla es que Fiol ofrece gratis su último disco "De cachete" en la web www.henryfiol.com.
Es posible que también lo haga con su próxima grabación. Con razón en una de sus canciones dice: “Yo compongo mi cantar, para el viejo y para el joven/ Pero pa’que me lo roben, lo prefiero regalar”. Fiol, el Rey del Son, lo que abandona son los escenarios desde los que descarga sus canciones y energía al momento de darle a la conga. Este mes actuó en Aruba. Pero dice que cuando está fuera de las tarimas es un hombre medio solitario y hogareño. “Nunca he sido para estar en los clubes nocturnos buscando la luz de la farándula para que me vean”.
Por ahora no planea retirarse de la música. Más bien le gustaría publicar su novela "The short end of the Stick", que es la historia de un muchacho cojo de nacimiento que ambiciona ser un jinete, porque sabe que a lomos de caballo su impedimento no tiene importancia. El legendario sonero urbano desea seguir guaracheando, haciendo presentaciones y nuevas grabaciones hasta que su salud y cuerpo se lo permitan. Y cuando se muera que el público diga que fue un artista en el verdadero sentido de la palabra.
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