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Presentación
Damos continuidad a nuestra sección dedicándole el mes de febrero a Mongo Santamaría, una de las más grandes figuras de la música cubana y latina, posiblemente el más grande percusionista del latín jazz y los ritmos afrocubanos.
Mongo nació y se crió en el barrio Jesús María de La Habana el 7 de abril de 1917. Es hijo Ramón Santamaría Rodríguez, de profesión albañil, y de Doña Felicia Rodríguez. El apelativo por el que lo conocemos en el contexto de la Máxima Expresión del Barrio Latino se debe a su abuelo paterno, quien fue esclavo y provenía del Congo. En lengua senegalesa, "mongo" significa "jefe de la tribu", como lo explica Raúl Fernández en su libro de 2003. Así que su abuelo le decía "Jefe", posiblemente como una expresión de cariño. Otro significado de la palabra "mongo" en el idioma yoruba de Nigeria es "famoso". Decirle "jefe" o "famoso" a un niño como expresión de afecto no es absurdo. Y le da una explicación muy bella al apelativo de nuestro homenajeado.
De niño, Mongo solía asistir a las ceremonias religiosas de la santería en compañía de su abuela. Estas ceremonias eran propias del culto yoruba, también llamado lucumí, y fueron traídas de África por los esclavos. Fue en este entorno religioso en el que Mongo tuvo sus primeros encuentros con el tambor.
Además de este componente cultural casi innato, las primeras influencias musicales de Mongo fueron algunos de sus familiares. José Rodríguez, tío materno de Mongo, tocaba maracas y fue quien alentó al joven Mongo para que se dedicara a la música. Por tanto, y debido al deseo de su madre, Mongo empezó su carrera de músico tocando el violín. Pero posteriormente, en el colegio y siguiendo la temprana influencia de las ceremonias a las que asistía con su abuela, eligió el camino de la percusión. Su primo Luis Santamaría, cantante y corista de ceremonias religiosas de los lucumíes, fue muy influyente a este respecto.
Mongo hizo su debut como bongosero profesional con la agrupación dirigida por el maestro Alfredo Boloña, el Conjunto Boloña, en1937. Durante esta época estaban muy de moda los conjuntos y agrupaciones que solo utilizaban bongós como percusión, así que su participación fue muy amplia. Por eso hizo parte del sexteto la Carabina de Ases, participó por vez primera en la grabación de los Lecuona Cuban Boys, con Antonio Machín, tocó con la orquesta Los jóvenes del Cayo y el Conjunto Matamoros y en la Orquesta de Planta de la emisora Mil Diez. También fue parte de la Jazz Band de los Hermanos Martínez, de los conjuntos de Alfredo León, Conjunto Azul, Conjunto Camacho de Camaguey, y también de la Legendaria Sonora Matancera.
Mongó también fue bongosero de del conjunto de Arsenio Rodríguez, quien fue el responsable de la incursión de la conga en los conjuntos de son, y actuó en varias películas en Cuba con Juan Galbizo. Una de sus grandes influencias como percusionista fue el conguero de la banda de Benny Moré, Clemente Piquero, con quien también tocó. Toco con Chano Pozo en el Tropicana de La Habana con la orquesta de Armando Romeu. Mongo se perfecciono en la ejecución de las congas, y obtuvo el reconocimiento suficiente para tocar con Bebo Valdés, con Carlos Patato Valdés y con Armando Peraza.Todas estas experiencias fueron en territorio cubano.
En 1948 viajó a la ciudad de México con el grupo de baile de Lilón y Pablito llamado The Black Cuban Diamonds, lo que también le dio la oportunidad de trabajar con El Conjunto Clave de Oro. Luego se unió a la Orquesta de Dámaso Pérez Prado.
Más adelante viajó a Nueva York con Armando Peraza, un tiempo después de que Chano Pozo diera inicio a la época del jazz afrocubano o latino en los Estados Unidos. Chano se convirtió en pionero de la percusión, y esta gran innovación fue seguida por Armando Peraza, Carlos Patato Valdés, Francisco Aguabella y, por supuesto, nuestro homenajeado: Mongo Santamaría. Con todos ellos el bongó y la conga llegaron, se hicieron un lugar y se quedaron, convirtiéndose en todo un movimiento musical en la capital del mundo.
Mongo regresó por un corto tiempo a La Habana a trabajar con la orquesta de Peruchín Jústiz en el Teatro Campoamor, al lado de Rita Montaner. Acompañó al trío Los Panchos y al músico y compositor boricua Pedro Flórez.
Mongo tramitó desplazamiento a los Estados Unidos en 1950. Viajó definitivamente con visa de residente. fue un momento muy afortunado, pues en la época en la que la gente de color del país del norte tenía como su música propia al blues, los ritmos cubanos llegaron con Mongo para establecerse allí definitivamente.
Su gran recorrido musical en el país del norte se inició con la orquesta Los Dandys, de Johnny Seguí. Luego se unió a la primera Charanga en los Estados Unidos, la del flautista y compositor cubano Gilberto Valdés. Tocó con Miguelito Valdés, con Machito en el Palladium, y varios sitios más con un grupo dirigido por Marcelino Guerra. Grabó con Vicentico Valdés y con Dámaso Pérez Prado. Luego, en 1952, se unió al banda del maestro Tito Puente, con quien permaneció por espacio de seis años y con quien grabó una decena de discos, entre los que se cuentan: Puente in Percussion, Cuban Carnival, Mucho Puente, Cubarana Let's Cha Cha y Top Percussion.
En 1958 la fama de Mongo empezó a consolidarse cuando viajó a Los Ángeles para unirse al grupo del vibrafonista Cal Tjader, con quien ya había grabado los discos Ritmo Caliente y Black Orchid. Se inició entonces un periodo de mucho éxito en la carrea musical de Mongo, pues entre 1958 y 1962 grabó quince álbumes con Tjader, un verdadero enamorado de los ritmos cubanos. En 1961 grabó dos álbumes en la capital cubana: Our Man in Havana, con Carlos Embale y Merceditas Valdés y Mongo in Havana.
Posteriormente, en 1962, conformó su propia agrupación de Jazz Latino, con el que interpretó una mezcla de música afrocubana con jazz. El mismo Mongo aseguró que su música consistía en ritmos cubanos con arreglos de jazz. En efecto, el sonido del tambor de Mongo abarcó desde el típico y tradicional sonido cubano del son, hasta una variedad de ritmos como el boogaloo, la guajira, el rock, el soul, el pop, la música religiosa de la tradición afrocubana o gospel, la pachanga y las tres vertientes de la rumba (Guaguancó, Columbia y Yambú), además de comparsas, fusiones y otros géneros del folklore cubano. Sin duda alguna, es una verdadera proeza lo que Mongo hizo en términos de versatilidad musical. En efecto, entre 1962 y 1972, Mongo grabócon su propia agrupación alrededor de 25 álbumes para los sellos Fantasy, Riverside, Milestone y Columbia Records, sin contar las participaciones que tuvo en las grabaciones de muchas otras agrupaciones.
Los trabajos musicales realizados entre 1965 y 1970 por Mongo estuvieron en su mayoría en las listas de álbumes de éxito del pop en los Estados Unidos, haciendo de Mongo el músico latino más exitoso de los años sesenta, al obtener reconocimiento tanto en la costa este como en la costa oeste.
Durante el gran apogeo de la Salsa en los años setentas, Mongo realizó grabaciones para el sello Vaya, empresa perteneciente a la disquera Fania. Entre los álbumes que realizó en esa década se destacan Amanecer, con el cual obtuvo un premio Grammy, y Ubane, con la participación del cantante matancero Justo Betancourt. También participen los discos Fania All Stars, Latin-Soul-Rock, Live at Yankee Stadium, Volumen 2 y Rhythm Machine, y en el destacado álbum de latin Jazz Puente In Percussion, al lado de Tito Puente , Willie Bobo y Patato Valdés.
En lo que respecta a la década de los ochentas, las grabaciones musicales de Mongo fueron realizadas para las disqueras Roulette, Buddah, Concord Picante y BGP Records. Algunos de estos discos son reediciones de grabaciones anteriores.
En la década de los noventa se publicaron los discos Live at Jazz Alley, Mambo Mongo, Mongo Returns, Brazilian Sunset y Watermelon Man, así como su participación en grabaciones de Steve Turre, Poncho Sánchez, Valerie Capers y Tito Puente .
Como lo hemos podido corroborar en el itinerario anterior, la obra musical de Mongo es impresionante. Desde sus inicios en Cuba, luego en Méjico, Nueva York y Los Ángeles, su contribución musical lo llevó a tocar con los más grandes de la música cubana, latina y del latin jazz. Mongo, quien murió en Miami el 1 de febrero de 2003, es una de las celebridades de la música cubana del siglo XX y el conguero que más influencia tuvo en el desarrollo del jazz latino.
En El Salsero del mes de Febrero de 2012 de la página web de Latina Stereo, presentamos el trabajo investigativo sobre la obra musical del gran Mongo Santamaría, qué consiste en una cronología musical de su vida artística y la discografía de sus casi seis décadas de producciones musicales. Como en toda investigación, aclaramos que es probable que falten algunas de sus participaciones, pues fue un músico muy versátil y dispuesto a participar en las grabaciones a los que era invitado, lo que hace una tarea muy complicada el registro exhaustivo de toda su actividad. También presentamos un anexo con el listado de las agrupaciones, músicos y cantantes con quienes Mongo tocó y grabó.
Desde nuestro sitio en Internet, www.latinastereo.com queremos rendir tributo al más grande percusionista de nuestra música, Mongo Santamaria, quien se consideraba a sí mismo como un sonero.
Qué Viva La Música!
¡Qué Viva La Salsa!
¡Qué Viva Mongo Santamaría!
Fuentes Consultadas
• La marcha de los Jibaros, 1898 – 1997, Cien Años de la Música Puertorriqueña por le Mundo, Díaz Ayala Cristóbal, Editorial Plaza Mayor, San Juan Puerto Rico, 1998.
• Latin Jazz, La Perfecta Combinación, Fernández Raúl, Chronicle Book, San Francisco, 2002.
• http://achschuh.com
• http://afrocuban-discography.blogspot.com
• http://avaxhome.ws/music
• http://chumanceralatinjazz.blogspot.com
• http://es.wikipedia.org
• http://reynaldo82.blogspot.com
• http://ritmosyestilos.blogspot.com
• http://siserompesecompone.blogspot.com
• http://www.fivecentsplease.org
• http://www.herencialatina.com
• http://www.jayfan.com
• http://www.jazzdisco.org
Por. Sergio Alonso Rendón Ángel
Para: www.latinastereo.com
Febrero de 2012
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